La vida no es mas que una serie de habitaciones y la gente con la que te quedas encerrado son quienes la determinan.

martes, 1 de marzo de 2011

Habitacion 402

Una casa oscura y silenciosa , silencio que a penas un par de horas había sido interrumpido por respiraciones aceleradas y entre contadas , risas de complicidad , ya entendéis lo que quiero decir. Justo en frente de la puerta , al final del pasillo , una habitación , no tan oscura como el resto de la casa . Las densas cortinas dejaban pasar un atisbo de luz que dejaba ver como en la cama dos personas dormían. O eso parecía. Ella tenía los ojos cerrados , pero estaba despierta , intentaba recordar que había pasado la noche anterior. Recordaba haber salido. Recordaba encontrarsela en aquel bar. Recordaba aquella ultima copa en su casa , en aquel sofá que ella había escogido. Recordaba que se había armado de valor y la había besado. Recordaba haber desabrochado todos y cada uno de los botones de su camisa , sus manos descendiendo por su pecho , sus labios en su cuello...
Llevaba unos meses teniendo una sensación extraña el verla , una sonrisa inconsciente al pensar en ella . Pero ¿realmente estaba sintiendo eso? ¿ella? La misma mujer que estaba segura de que el amor no era mas que una reacción química. Que tan solo sufrías un pico de serotonina y norepirofrina. Que solo la idea de dar lo que fuera o hacer lo que sea por una persona , eran gestos de generosidad absurdos , peligrosos e irresponsables. Pero era lo que desde hacia unos 8 meses sentía , desde el primer día que la vio. Odiaba lo mucho que le gustaba su boca , lo increíble de sus ojos , lo guapa que estaba con el pelo mojado. Odiaba como la idiotizaba.¿realmente lo odiaba o muy en el fondo a su pesar le encantaba? Quizás solo se asustaba esta extraña sensación.

Le daba miedo abrir los ojos y descubrir que todo había sido un sueño , que ella no estaba allí. Pero en ese momento sintió que una mano le apartaba el pelo de la cara. Abrió los ojos y allí estaba ella mirándola. Ambas se miraron y sonrieron. Ella la beso suavemente y le dijo:
-me tengo que ir- mientras se levantaba y recuperaba su ropa.
Ambas se levantaron y la acompaño asta la puerta en la oscuridad de aquella casa. Se besaron de nuevo y vio como bajaba las escaleras.
Ella regreso a la cama. Era cierto , pensó , si la vida no es mas que una serie de habitaciones y quienes están contigo son quienes la determinaban , estaba dispuesta a cerrar aquella puerta y que ambas se quedaran encerradas en aquella habitación , pero como hacerlo sin dejar entre ver que era vulnerable. Pero estaba absolutamente dispuesta a correr ese riesgo , el riesgo de salir lastimada.
En ese momento se dio cuenta de que su olor se había quedado impregnado en su cama y aun no lo sabia , pero con el tiempo , tardaría mas en olvidarse de su colonia que de ella.