Y esa razón es ella. Ella es la razón de mi felicidad absurda y alocada , y también de muchos de mis bajones por no verla , por echarla de menos , porque apenas se esta yendo el autobús y la estoy echando de menos. Porque me cuesta tenerla delante de mi y no besarla. Porque cuando tengo un día pésimo al hablar con ella me sale sin darme cuenta una sonrisa , la misma que cuando pienso en ella. Porque aun cuando discutimos lo sigue siendo , cuando pone a prueba mi paciencia.
Sin mas ella es mi razón para sonreír.