Solo hay una "Rubia de la cuarta fila" y no importa si es morena , si estaba en la primera o en la cuarta fila o quizás en la puerta de mi casa, la cuestión es que estaba. Estaba ahí y me enamoro en cuanto la vi sonreír.  Puede que fuera el zumo del humo de los cigarrillos que yo fume que la rodeaba pero siempre la he visto con una luz diferente al resto de mujeres.
 Desde el primer día hasta hoy le dedico la balada despeinada de cada noche.